El 9 de noviembre de 1989 caía el Muro de Berlín, un muro de unos 50 kilómetros de largo y 4 de alto que durante 28 años dividió a Berlín Occidental de la República Democrática Alemana (RDA). Su eliminación significó el fin del régimen de la RDA y de los regímenes comunistas en Europa Oriental. El muro comenzó a construirse el 13 de agosto de 1961. A continuación, se reproduce un artículo del Diario Arriba de Madrid, aparecido en la España franquista el martes 15 de agosto de 1961, a dos días del comienzo de la instalación del muro.
El primer incidente se produjo cuando algunos grupos de berlineses occidentales derribaron una alambrada de espino colocada por los comunistas entre la plaza de Potsdam y la puerta de Brandeburgo. Mientras los policías orientales cargaron sobre ellos con bayoneta calada, los altavoces de la Policía occidental hacían un llamamiento a los manifestantes para que depusieran su actitud y regresaran. Simultáneamente, la Policía comunista atacó a una muchedumbre de jóvenes berlineses orientales que habían adoptado una actitud de protesta, lanzando contra ellos granadas de gases lacrimógenos y bombas de humo. Este fue el incidente más grave de la jornada del domingo.
Otro incidente se produjo en el barrio de Kreuzberg, cuando una multitud de unos trescientos berlineses occidentales golpeó a un policía oriental que estaba tendiendo una alambrada en la frontera y fue rescatado por sus colegas. En este caso intervino también la Policía oriental.
En la calle de Eberswalder, próxima a la frontera francesa, un grupo de quinientos berlineses orientales hizofrente a la Policía armada con fusiles ametralladores y reforzada con nueve tanques “T-34”. Durante algunos momentos se temió una colisión sangrienta. Al comenzar la tarde, la Policía comunita disolvió nuevas manifestaciones en la puerta de Bandeburgo. Un joven de dieciocho años fue detenido por insultar a los guardias. En esta parte del Berlín oriental se señaló la presencia de al menos 10 tanques y 30 camiones cargados de soldados. La tensión aumentó hacia el anochecer en la parte occidental. La presencia de los tanques enfureció a la multitud, que pareció dispuesta a saltar el sector oriental, siendo detenida en el último momento por las exhortaciones de la Policía occidental, lanzadas por los altavoces de los coches. Sin embargo, al efectuarse el relevo de los centinelas soviéticos en el monumento al Ejército rojo erigido en la avenida del 17 de Junio, cerca de la puerta de Brandeburgo, estalló una nueva manifestación de protesta, lanzándose silbidos y gritos de “A casa. Alemania para los alemanes. Rusia, para los rusos”. Un cartel colocado por los soviéticos prohíbe a los alemanes el cruzar al jardincillo que rodea el cuerpo de guardia. Que se sepa, el único herido de la jornada fue un berlinés occidental, que resultó con una pierna atravesada por un bayonetazo de la Policía oriental al huir de la persecución de tres guardias con los que había discutido en las proximidades de la frontera.En el anochecer del domingo, Berlín occidental se iluminó con las antorchas de 30.000 manifestantes que a lo largo del cordón fronterizo cerrado hacían saber a los habitantes del sector soviético que estaban con ellos. Fuerzas de Policía occidental hacían esfuerzos para contenerles y evitar que penetraran en las sombras del otro lado.
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